Te siento, mirarme, oirme..

Recostada la espalda
tras la corteza del roble,
con la mente empapada
de esos recuerdos rebeldes...
Te siento, mirarme, oirme,
entre el silencio invisible,
de las hojas que se mecen
y caen irremediablemente.
Te hablo, grito tu ausencia
esperando una respuesta,
pero la brisa me trae
el recuerdo de tu esencia.
Te siento, mirarme, oirme,
mi piel se turba de lleno,
mi corazón se hace grande
esperando tus palabras...
pero la espera no trae
mas que el sonido de otoño...
Porque aunque sigues aquí,
tu voz es parte del recuerdo...

(24/09/08)

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