Inquietante cuerpo que late,
siente emociones fugaces
que lo hacen revivir...
Inquietante cuerpo que late,
sentimientos que debaten
entre ser, estar o huir...
Inquietante cuerpo que late,
temblor de alma asustada
que busca donde dormir...
Inquietante cuerpo que late,
temor a estar sin perdón
en mañanas de traición...
Inquietante cuerpo que late
puro abismo de sentidos
que encuentra donde caer...
Inquietante cuerpo que late,
buscando respuestas a nada
perdiendo el norte y el sur.
Inquietante cuerpo que late,
ser una estatua de mármol
que carece de dolor...
Inquietante cuerpo que late,
amanecer en los brazos
del placer de la inquietud...
(11/11/2008)
Si vienes...
No quiero tus risas mías
si no me las quieres dar.
No quiero tus ojos míos
si mirada no tendrás.
No quiero tus manos mías
si no me las vas a dar.
No quiero tus besos míos
si besarme no podrás.
Quiero risas, manos tuyas,
de alegría y de caricias.
Quiero ojos, besos tuyos,
de dulzura y de pasión.
Quiero un mundo de tu magia
que me alegre el corazón,
como el viento en la mañana
que me dice ven aquí...
(11/11/2008)
si no me las quieres dar.
No quiero tus ojos míos
si mirada no tendrás.
No quiero tus manos mías
si no me las vas a dar.
No quiero tus besos míos
si besarme no podrás.
Quiero risas, manos tuyas,
de alegría y de caricias.
Quiero ojos, besos tuyos,
de dulzura y de pasión.
Quiero un mundo de tu magia
que me alegre el corazón,
como el viento en la mañana
que me dice ven aquí...
(11/11/2008)
Ningún momento...No hay momento
No hay momento más amargo,
que el creerse despojado
de las caricias de tus manos.
No hay momento más amargo,
que el sentirse desahuciado
del calor de tu cuerpo enamorado.
No hay momento más amargo,
que el saber que no vendrás
aunque mil veces te nombre.
No hay momento más amargo,
que percatarse por minutos
de la ausencia de tu risa.
No hay momento más amargo,
que el mirar esos recuerdos
y ver que en eso sólo quedaron
los momentos del pasado.
No hay momento más amargo,
que adivinar tu alma tras la puerta
y carecer del suficiente valor
para abrir mi vida a ella...
(08/11/2008)
que el creerse despojado
de las caricias de tus manos.
No hay momento más amargo,
que el sentirse desahuciado
del calor de tu cuerpo enamorado.
No hay momento más amargo,
que el saber que no vendrás
aunque mil veces te nombre.
No hay momento más amargo,
que percatarse por minutos
de la ausencia de tu risa.
No hay momento más amargo,
que el mirar esos recuerdos
y ver que en eso sólo quedaron
los momentos del pasado.
No hay momento más amargo,
que adivinar tu alma tras la puerta
y carecer del suficiente valor
para abrir mi vida a ella...
(08/11/2008)
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